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domingo, 19 de julio de 2015

Hablemos de sueños.

Cuando venimos al mundo nuestra única tarea es vivir.  Y con ello aprender, conocer y buscar la forma de vivir la vida como queremos.

Y ahí aparecen nuestros sueños.  Nos enseñan a las niñas a ser princesas,  a ser buenas,  recatadas,  a enamorarnos una sola vez y para siempre de la misma persona a la cual entregaremos nuestra virtud y payasadas varias por el estilo.
Y durante un tiempo así somos.  Crecemos viendo películas Disney donde todas las princesas son el ejemplo perfecto a seguir. Y soñamos con ser madres (madres teniendo 5-10 años)  y pedimos como regalos una cocinita,  un bebé con su cunita y toda la retahíla de accesorios, la escoba, la fregona... Como si ser la mamá -
chacha fuera el sueño de algún mortal.  Todas las muñecas de las tiendas son maestras,  veterinarias,  peluqueras o madres.  Y en la caja,  no olvidemos,  vienen sin el papá,  el cual por lo visto se desentiende...

¿En serio?  Es inexplicable que en este siglo se sigan inculcando estas ideas. 
Yo espero que con el tiempo mi pequeñita decida por si misma.  Que siga sus sueños,  que las mierdas que venden por televisión no sean su ejemplo a seguir.  Que sea libre de elegir el momento en el que quiera ser madre, pudiendo renunciar a un embarazo no deseado y pudiendo protegerse adecuadamente.  Que sea libre para estar con una o infinitas parejas. Que si estudia una carrera lo haga porque con ella tendrá el trabajo de sus sueños.  Que se vista y peine como quiera sin que la llenen de etiquetas.  Que sea fuerte para escoger y para renunciar. Que sea fuerte para no conformarse y luchar por lo que quiere.  Que lea,  mucho, y sea ella quien decida qué creer y qué no. 

Ese es mi sueño.  ��

(Mi anterior sueño era ser Forense,  pero ese se vio truncado por el camino xD)

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