Piérdete en mi cama esta noche, aunque sólo sea un sueño. Dejemos los miedos a un lado y la incertidumbre del mañana. Cuélate en mis sueños y deséame. Elígeme una y mil veces. Acaricia mi piel como si fuese tu última noche conmigo. Como si fueras el náufrago que tras años de soledad vuelve a acariciar una piel ajena. Bésame. No dejes que pierda el tiempo respirando si puedo saborear tus labios y morderlos. Chuparlos hasta que su tonalidad sea un poco más rosada. Prometo no hacerte daño.
Prometo que solo será una noche. Sólo una hasta que decidas volver, porque tú y yo sabemos que soy inevitable.
viernes, 4 de septiembre de 2015
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